Como sabemos, desde hace casi dos décadas la población mundial viene en aumento, lo que acarrea una necesidad de aumentar la producción de alimentos. Para aumentar dicha producción, las plantas extraen una mayor cantidad de nutrientes del suelo, que al no ser devueltos generan un empobrecimiento gradual del mismo.
Un fertilizante es toda sustancia, de forma simple o compuesta, o la mezcla de ambas que contiene nutrientes esenciales para el desarrollo de los organismos vegetales. Los mismos devuelven a los suelos nutrientes que son extraídos por las plantas, o que se pierden por procesos de erosión.
No es posible estimar la contribución del uso de fertilizantes al aumento de la producción agrícola, ya que existen otros factores decisivos. De todas formas, los fertilizantes serán una herramienta decisiva en la producción más allá del desarrollo de nuevas tecnologías que han surgido.
Los organismos vegetales requieren nutrientes para su crecimiento. Existen 16 elementos esenciales, que son obtenidos por las plantas de diferentes fuentes.
Del aire, obtienen dióxido de carbono (CO2). Del agua, hidrógeno y oxígeno en forma de agua (H2O). El suelo y los fertilizantes brindan a los organismos vegetales la amplia mayoría de los nutrientes que necesitan, en forma de macro y micro nutrientes. Los mismos son nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K), magnesio (Mg), Azufre (S), Calcio (Ca), Manganeso (Mn), Hierro (Fe), Cloro (Cl), Molibdeno (Mo), Zinc (Zn), Cobre (Cu) y Boro (B).
Si no existe una limitante de nutrientes, es posible que los cultivos tengan mayores rendimientos. Si un solo nutriente requerido por las plantas es escaso, los rendimientos del cultivo decrecerán (Ley del mínimo). Por eso, con el fin de alcanzar el rendimiento potencial de los cultivos es necesaria la aplicación de fertilizantes.
Existen distintas formas de fertilización, siendo la química la más utilizada a nivel mundial. Los fertilizantes pueden clasificarse según diferentes criterios:
Con el fin de ser eficiente y que las plantas utilicen todos los nutrientes aportados, y de esta forma también minimizar la contaminación, el agricultor debe elegir la cantidad, el momento oportuno y el método de aplicación del fertilizante. Los métodos más utilizados son:
Antes de seleccionar el tipo de fertilizante a utilizar y el método de aplicación, se deben conocer los requerimientos nutricionales del cultivo y el nivel de fertilización necesario. Para eso, hay disponibles varias herramientas como son:
Consejo de Comercial Mida
En tiempos en que los márgenes del agro son reducidos, para evitar gastos innecesarios se deben conocer las necesidades nutricionales del cultivo que se quiere sembrar. Además se recomienda hacer análisis de suelo y/o planta para calcular las necesidades de fertilización del cultivo implantado. Por último es importante realizar las fertilizaciones en los momentos óptimos y siempre ser respetuosos con el ambiente.
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