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En las explotaciones ganaderas la presencia de artrópodos es frecuente. Para su control, las medidas son diversas y casi específicas para cada caso, ya que el mismo no solo depende del método utilizado, sino también del diseño y estado de las instalaciones. Algunos artrópodos pueden ser transmisores de enfermedades, generando pérdidas económicas. Otros, generan molestias al ganado disminuyendo su producción. Una herramienta disponible en el mercado para el control de los artrópodos es el uso de insecticidas.

En una explotación lechera, el ordeño es la actividad más importante. En ella debe tratarse de disminuir al mínimo la contaminación de la leche. Para ello se debe establecer una rutina de ordeño.

La mastitis es una reacción inflamatoria de la glándula mamaria. La inflamación se produce como el resultado de golpes, presencia de patógenos y/o toxinas en el tejido de la glándula. Para disminuir la incidencia de la mastitis existen varias consideraciones a tener en cuenta.

Conocer el aparato digestivo de los rumiantes y su función nos permitirá saber qué tipo de alimentos debemos aportarles. Los rumiantes, como ser las vacas, ovejas y cabras son herbívoros, tienen un estómago con cuatro divisiones y son los únicos capaces de digerir la celulosa (fibra) a nivel ruminal. Las necesidades nutricionales de los animales deben estar cubiertas por los alimentos que se les ofrecen. Las necesidades nutritivas no son iguales para cada animal, ya que se ven afectadas por el nivel de producción, la genética y las condiciones ambientales, entre otras.

Las explotaciones en la actualidad, donde la producción es intensiva se encuentran en permanente riesgo frente a la acción de organismos patógenos. El comienzo de una enfermedad de tipo infeccioso compromete la viabilidad de las explotaciones (reduciéndose los ingresos de las mismas) y la salud de animales e incluso operarios. 

Los patógenos son capaces de vivir y reproducirse en ambientes húmedos donde existe materia orgánica presente. Al igual que cada organismo tiene condiciones en las que su desarrollo es óptimo, su comportamiento frente a los productos químicos varía según el patógeno a combatir.