Nuestros perros y los fuegos artificiales, ¿qué podemos hacer?
Los fuegos artificiales son uno de los grandes atractivos visuales y sonoros de cualquier tipo de celebración. Sin embargo, lo que para nosotros se traduce en un simple espectáculo, para nuestros peludos puede llegar a convertirse en una cuestión realmente molesta. En este post os explicamos qué hacer si vuestro perro les tiene miedo y se pone nervioso.
Agosto es uno de los meses del año que mas fiestas acoge. Numerosas localidades festejan estas fechas con petardos y juegos de pirotecnia, algo que para nuestras mascotas significa tener que soportar ruidos extremadamente elevados para sus oídos. Veterinarios y expertos señalan que este hecho puede incluso provocar la aparición de miedos y fobias, tema por el que hoy os planteamos la siguiente pregunta: ¿sabéis qué hacer si vuestro perro tiene pánico a los fuegos artificiales?
Lo primero que debemos tener en cuenta es que este tipo de situaciones siempre serán vistas por nuestro perro como un momento de alerta. Los perros poseen una capacidad auditiva tres veces superior a la de las personas y cualquier estruendo se traduce en algo incómodo para ellos.
Ante este hecho muchos perros comienzan a moverse compulsivamente de un lado a otro, esconden el rabo entre sus patas, ladran, gruñen o tiemblan. Se sienten indefensos y el mecanismo que conocen para protegerse es intentar llamar nuestra atención para que les ayudemos.
Para evitar su ansiedad y reducir las posibles consecuencias, desde Comercial Mida os damos estos prácticos consejos:
- Aislar a vuestro perro en una habitación dentro de casa, siempre con agua y pienso. También se pueden cerrar puertas y ventanas para que el ruido que llegue sea menor.
- Encender la televisión, la radio, o poner música ayudará a que se relaje y esconderá, en parte, el sonido de los fuegos artificiales.
- Intentar distraerlo puede ser también buena idea. Para ello podemos utilizar cualquier juguete que sirva para hacerle pasar un buen rato.
- Si se mete debajo de una mesa, una silla o una cama no debemos nunca intentar que salga de ahí, ya que podemos acrecentar su miedo al pretender alejarlo de un lugar que el perro ha elegido como refugio. No obstante, podemos intentar tranquilizarlo de manera verbal.
- Si es necesario sacarlo de casa, debemos llevarlo siempre atado con su correa o arnés para evitar que pueda escaparse.
¡Esperamos que el post os sirva de ayuda y que podáis disfrutar sin ningún problema con vuestro fiel amigo!